The Walking Dead se redime con un espectacular inicio de temporada

Bienvenidos al mundo de Negan.

A estas alturas poco importa que la sexta temporada de The Walking Dead haya acabado con un ‘cliffhanger’ que nos dejó en vilo por más de seis meses. El debút de la séptima temporada fue una demostración de que AMC, cuando se lo propone, puede llevar a un punto muy alto la serie.

A continuación, todo lo que nos dejó “The Day Will Come When You Won’t Be”, no sin antes advertir que lo que viene a continuación está cargado de spoilers.

Insistimos, ALERTA SPOILERS.

AMC tenía una responsabilidad demasiado grande para resolver el ‘cliffhanger’ del final de temporada pasada. No bastaba con mostrar en los primeros minutos a quién le partía la cabeza Negan con ‘Lucille’. La productora tenía que ofrecer algo más y optó por quebrar la figura de Rick Grimes. Tal y como lo dijo Negan, el sheriff se había acostumbrado al trono. Hasta la fecha, ningún villano había logrado opacar su figura, pero el temible líder de ‘Los Salvadores’ le demostró que está fuera de su alcance.

Pero antes de continuar con este punto, dediquemos unas palabras a lo que todos estaban esperando: las víctimas de Negan. AMC le apostó a sacrificar a dos miembros del equipo de Rick. Por un lado, el sargento Abraham Ford, un personaje que hace tiempo había perdido peso en la trama y cuya muerte careció de la carga emocional que AMC prometió para el episodio.

El momento que nos hizo llevarnos las manos a la cabeza fue cuando Daryl atacó a Negan, acción que fue considerada por los espectadores como su sentencia de muerte. Sin embargo, Negan optó por tomarlo como rehén y en su lugar asesinó Glenn.

Esta escena fue particularmente perturbadora y, al mismo tiempo, aplaudida por los seguidores de The Walking Dead. La serie calcó las viñetas del icónico número 100 del cómic y mostró sin ningún reparo la forma en que Negan machaca el cráneo de Glenn frente a los ojos de Rick y su grupo.

No obstante, queda la sensación de que su muerte fue un mal menor, teniendo en cuenta que el sacrificado pudo haber sido un personaje tan querido por los televidentes como Daryl. Falta ver cómo explora AMC la culpa que siente Daryl al ser el responsable directo de la muerte de Glenn.

Retomando el “quiebre de Rick”, vemos que las muertes de Abraham y Glenn no terminan de hacerle entender que el trono ya no le pertenece y en lugar de la subordinación, Rick clama por venganza. En este punto Negan deja claro que es mucho más que un villano de turno para erigirse como la personificación del miedo.

La aparición de Negan fue más allá de una masacre. Fue una tortura emocional que terminó por destruir psicológicamente a Rick hasta rebajarlo a una simple marioneta. En esencia, es la primera vez en que el sheriff se ve tan abatido y una opción que no sea someterse a la voluntad de Negan.

En definitiva, estuvimos frente a uno de los capítulos más memorables en lo que va de The Walking Dead. Está por verse si AMC logra mantener la atención de los espectadores y demostrar que la irrupción de Negan no fue más que un espejismo en una serie que se ha caracterizado por presentar serios altibajos y problemas de ritmo.

Los que han seguido el cómic saben que el arco de Negan es el más apasionante  y esto le da a muchos recursos a la serie Esperemos, sean explotados de forma adecuada. En una semana empezaremos a descifrar el real potencial de la séptima temporada.

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