Dice que es muy difícil hacer un juego para 10 plataformas diferentes.
No tuvo que pasar mucho tiempo tras el lanzamiento de Mighty No. 9 para darse cuenta de que el juego es un fracaso.
La crítica no fue muy benevolente con el proyecto de Keiji Inafune y a los jugadores tampoco les gustó la propuesta del “sucesor espiritual de Mega Man”. Esto, sumado a los múltiples retrasos que sufrió y los problemas de distribución de códigos entre los que apoyaron la iniciativa en Kickstarter, hicieron de Mighty No. 9 la crónica de un fracaso anunciado.
Inafune dio la cara y en una entrevista concedida a Eurogamer asumió la culpa. “Me gustaría explicar algunos de los problemas que vienen cuando haces un videojuego de esta talla en múltiples plataformas. No me gusta decir esto porque suena como una excusa, pero si quieren insultarme pueden hacerlo. Es toda mi culpa, soy el creador y es mi responsabilidad”, dijo el creativo.
Mighty No. 9 recaudó 4 millones de dólares en Kickstarter e Inafune decidió hacer versiones para prácticamente todas las consolas que existen en la actualidad (Xbox One, PS4, Xbox 360, PS3, 3DS, Vita, Wii U, Linux, Windows y OS X), algo que necesariamente afectó el desarrollo del juego al no tener un norte definido.
