Quantum Break (reseña)

Finalmente jugamos una de las mejores exclusivas de Microsoft.

Plataformas: Xbox One (jugada), PC

Desarrollador: Remedy Entertainment

Distribuidor: Microsoft Studios

Género: Aventura de Ciencia Ficción en Tercera Persona

Número de Jugadores: 1

Fecha de Lanzamiento: Abril 5 de 2016

Escrito por: Juan Andrés Iregui (@JuanchoIregui)

El estudio finlandés Remedy Entertainment se ha destacado por tomarse el tiempo que sea necesario para desarrollar sus profundas entregas. Gracias a esto, y al talento de su equipo, hemos podido disfrutar de reconocidas series tales como Max Payne y Alan Wake, las cuales tienen un lugar especial en la mente y los corazones de gamers de todo el mundo.

Remedy decidió no romper la tradición y luego de unos cuantos cambios de fecha de lanzamiento compartió con sus seguidores su más reciente entrega: ‘Quantum Break’.

Este título, lanzado en exclusiva para Xbox One y PC, fue revelado en 2013 y poco a poco se fue metiendo en la lista de los juegos más esperados del año. Quantum Break no se conforma con ser solo un videojuego, gracias a la iniciativa de medios de entretenimiento transversal de Microsoft (juegos, películas, novelas), el título de Remedy trasciende, siendo parte novela, parte película y parte transmisión de radio.

En cierto modo esto puede que no sea el mejor escenario para algunos. Si bien es un título que sobresale bajo los parámetros de un videojuego, este exige que el usuario pase la mayoría del tiempo ya sea viendo, leyendo o escuchando los demás contenidos.

Esta técnica de contar la historia a través de diferentes medios es fundamental para la trama, en tanto estamos hablando de una fractura en el tiempo. El protagonista principal, Jack Joyce y su rival Paul Serene, causan una fractura en la continuidad del tiempo en las escenas iniciales y nuestra experiencia gira en torno a tratar de remediar esto. Como resultado de la fractura, el mundo se verá expuesto congelamientos al azar en el cual el tiempo deja de avanzar. El conflicto principal emerge desde el hecho que los involucrados tienen ideas muy diferentes sobre cómo arreglar la fractura.

Serene está a cargo de una mega-corporación llamada Monarch, una compañía la cual de alguna manera se especializa y se lucra de la tecnología usada para viajar en el tiempo.

Es una trama bastante tradicional en la que se sitúa a la corporación en su rol antagónico en contra de un hombre común y corriente como el bueno de la historia. Sin embargo, esto no aplica en de la forma en que incontables películas y juegos nos han acostumbrado, Ya que una de las características más interesantes de Quantum Break, se basa en oportunidades en las cuales el jugador toma control de Serene, y las decisiones que se tomen impactan profundamente el desarrollo de la trama.

Esto siempre viene sucedido de los episodios del show de TV (cuatro en total), que ofrecen una detallada mirada de cómo la otra parte se ve afectada.

Estas decisiones tienen un peso inesperado. En principio, sus repercusiones parecen ser de poca importancia, pero para el final del recorrido su peso colectivo se acumula. Un ejemplo; durante un segundo playthrough, un personaje secundario jugó un papel mayor en la recta final del juego, en el primer playthrough, ese mismo personaje apareció mucho menos tiempo en escena. Sin embargo, vale la pena mencionar que más allá de las decisiones elegidas, el cierre es el mismo.

La historia aumenta en intensidad y tensión, casi no hay ningún momento en que en que el ritmo descienda, los acontecimientos ocurren de manera dinámica y a una velocidad que atrapa al jugador de principio a fin.

Aun a este ritmo, Quantum Break explora diferentes matices. Principalmente desde la perspectiva de Monarch en el show de TV. Remedy hizo un buen trabajo escribiendo estos personajes, de tal manera que uno puede simpatizar con ellos hasta cierto punto. Aunque son los malos, tienen sus razones para actuar de tal manera, y quizás dependiendo de la percepción del jugador sus acciones no sean del todo negativas.

Algo que le agrega valor a la historia, es el hecho que motiva al jugador a consumir todo el contenido adicional, aparte de las secciones convencionales de Quantum Break. A medida que uno va encontrando los ítems coleccionables en el mundo lineal, existe motivación constante por leerlos, para conocer más sobre el mundo que se nos presenta.

Lo mismo se puede decir de los episodios de TV. Si la narrativa estuviese más interconectada con la jugabilidad, la experiencia sería superior, pero esto no es detrimento para el desarrollo de la historia en general o el deseo de querer seguir adelante en todo momento.

En ningún momento la jugabilidad queda en un segundo plano. En muchos sentidos es en donde todos los elementos y aspectos de Quantum Break convergen con evidente sinergia y efectividad. No es exagerado considerar el gameplay como el mejor aspecto del juego.

El equipo de Remedy ha producido un shooter en tercera persona en el cual el jugador fracasará si lo juega como cualquier otro título del género. Se fundamenta en movimiento en lugar de cautela, en creatividad en vez de puntería.

Debido a su cercanía con el sitio del incidente que causó la fractura en el tiempo, Joyce ha sido expuesto a Chronons, es una aflicción que le otorgó los poderes de manipulación del tiempo, aun en aquellos momentos en los cuales el tiempo no se está fracturando.

De esta manera es cómo es posible atrapar enemigos en ‘burbujas de tiempo’, disparar balas a la burbuja lo cual hace que ésta colapse y todas las balas se dirijan al enemigo. Gracias a estos poderes, también es posible hacer un movimiento de desplazamiento rápido de punto a punto una vez Joyce se detiene el tiempo se hace más lento, permitiéndonos mover sigilosamente al mejor estilo de juegos pasados de Remedy y por consiguiente abriendo una ventana de oportunidad para disparos a la cabeza certeros.

Usar alguna de estas habilidades correctamente es gratificante, pero el verdadero sentimiento de recompensa se encuentra en conectar varias de estas exitosamente. Las secuencias de combate pueden ser rápidas y momentos de demostración de poder para aquellos que dominen en buena medida los sistemas de juego. Para aquellos que se oculten detrás de objetos, se verán constantemente flanqueados por enemigos agresivos que los eliminarán rápidamente.

Es un cambio de dinámica tradicional bien lograda para un juego de este estilo, considerado que la mayoría de shooters de tercera persona recompensan estar cubierto siempre que sea posible.

Gráficamente el juego es espectacular, fácilmente de los mejores títulos visualmente en Xbox One. Texturas y efectos detallados, un frame-rate robusto y presentación impecable. Esto en gran parte gracias al nuevo motor gráfico creado para el juego, llamado Northlight y una motor para los efectos físicos llamado Digital Molecular Matter, el cual genera destrucción y efectos de deformación realista.

En PC, con el equipo idóneo, el juego se puede correr hasta en una resolución 4K y si bien algunos gamers experimentaron ciertos problemas técnicos, Remedy ha lanzado varias actualizaciones para arreglar muchos de estos errores y optimizando el rendimiento.

Si se analiza en su totalidad y como la suma de todos sus elementos, Quantum Break puede llegar a sentirse un poco desarticulado, pero la habilidad de Remedy para desarrollar un buen juego con los más altos valores de producción es evidente en todo momento.

La labor de cariño durante el largo desarrollo se manifiesta en los pequeños detalles, ya sea en las secciones de juego o en los demás componentes que consideramos le agrega de una forma interesante a la experiencia, de un modo poco común en los videojuegos.

Desde donde se vea, estamos hablando de un título que es fácil recomendar a aquellos que disfrutan de las buenas historias de ficción pero con cierta base apoyada en rasgos del mundo actual.  

Autor: Juan Andrés Iregui (@JuanchoIregui)

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